Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...

28 abril 2008

FEROZMENTE

En el resorte insaciable de un rizo que lucha a muerte contra el tirabuzón asesino ganamos, perdiendo por el camino trozos de lengua con sabor a delicatessen.
Nos adentramos en la batalla salvaje de arrancarle con las pestañas la ropa a quien lleva demasiada poca, o relativamente demasiada.
Y llamamos al teléfono rojo del enemigo. Clavamos en sus entrañas de nata nuestra espada desde la sala más pequeña de Salamanca. Me dieron un año de tregua y una botella firmada. Fui la reina de los hielos, y tú la fiera que los devoraba.
Sin prisa, con pausa. Nos colamos en la trinchera ganando ojos no tan viejos que miraban a través de una pared. Nos dieron las diez, las cien, las mil balas de risa y hojalata y borramos las marcas de los hombros a golpe de alquimistas y terrazas.
Bebimos sangre y casualidades vertidas en una gorra y compramos todo el brillo que el sol ya no utilizaba. Devastamos mil países inventados y esparcidos a nuestro alrededor.
Finalmente, saboreamos la victoria de salir con más vida que los gatos de esta guerra caliente e improvisada, llena de agujeros por los que se escapaban Córdoba y preguntas, orgasmos y bocetos, medio dedo verde, una taza caliente, los sueños, los ases, el polvo en el viento y las cartas. Esperando ferozmente nuestra próxima batalla.
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Para una fiera
que anda suelta...

13 abril 2008

LO DE MI BOCA

Puede ser, lo de mi boca, culpa de la lluvia, que deshace las aceras como exceso de acuarela en el puente de los suspiros. Que hayamos tenido el Vaticano entre las piernas y un pacto suicida en un folio excomulgado. ¿Y qué si me describo? ¿Y qué si me desangro? ¿Y qué si exhibo migas descarnadas ante las garras del hambriento? Jineta apocalíptica de jueves a domingo. Y parece ser, que hay un dos por tres en muecas escurridas y sangre edulcorada en el parqué. Y parece ser que quebró la línea de equilibrio en la bolsa de sudor.
Tal vez, lo de mi boca, sea culpa de la lluvia, que disuelve las pisadas con llanto amargo de ceniza. O puede ser culpa de seis frentes enfrentados, avasallándome el costado con su lengua caliente. Es curioso, ya no necesito respirar cada vez que nadie dice que tú, en realidad, es la segunda del plural.




De fondo:
"No abra final para este cuento
de 10 por dos y una me llevo..."

07 abril 2008

MAÑANA LLAMO YO

Llegué como quien tiene un paraíso privado, encerrado en un tapiz rojo que cuelga en la pared. Cerré la puerta de mi apartamento con llave. Vacié todo el aire de mis pulmones lentamente. Dejé los zapatos en la entrada y fui quitándome ropa según iba caminando hacia la habitación. Hacía calor y el sol entraba a borbotones. Bajé un poco las persianas. Sentía el frescor del parqué en la planta de los pies, como hormigas trepándome avenidas musculares. Fui al salón y abrí el armario de madera que está sobre la televisión. Cogí una copa de cristal rojo. Cerré de nuevo el armario y caminé cuatro pasos, hasta la cocina. La llené de vino hasta la línea curva de su relieve que supone dos tercios de su capacidad vital. Volví al salón con la copa en la mano y me solté el pelo. Encendí el portátil. Había llegado el momento. Me senté en el sofá con las piernas extendidas y puse el ordenador encima. Un sorbo de Marqués de Olivara bailó un tango con mi lengua y mis dientes.
Le di al play.





Seis minutos y dos segundos después apagué el móvil. Mañana llamo yo...
Cuatrocientos orgasmos por hoy habían sido suficientes.