Los días han sido peces hambrientos,
que nos mordían los dedos
dejando las espinas detrás de los semáforos,
detrás de las farolas.
Claro que espinas, son lo que nos sobra.
Han corrido tan rápido, amor...
Han nadado hasta quedarse sin saliva propia
durante tres maravillosas primaveras,
en las que nosotros,
huéspedes perennes y afrutados
de la habitación número 10
hemos vivido felices comiendo flores de naranjo.
Veo en tu iris marítimo y abrupto
la vacuna de la cuarta guerra mundial,
la novena maravilla del mundo,
la energía más limpia y renovable
a punta de beso de todo el universo.
Y no quiero dejar de mirar.
Nos queda la pólvora de medio mundo
y agua lo suficientemente potable,
como para dejarnos en besos la sed.
Así que te juro que sonreirás,
sonreirás y todos los naranjos
volverán a estar en flor
para llenarnos los labios de miles de primaveras.
Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...
09 septiembre 2011
Flor de naranjo
Escrito por
adictaacruzarenrojo
en
10:07
8
con lengua y sin gato...
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