Te miraba fijamente a los ojos, como quien clava un dedo en un bote de miel con la esperanza de encontrar abejas asesinas en el fondo. Buscaba el sabor de los aplausos premiando la credibilidad insolente que nunca me ha costado maquillar, mientras adornaba el silencio con la densidad aceitosa de un cruce de piernas. Tu paciencia caía en picado, al ritmo que entraban en un coma reversible tus ganas de escucharme. El humo del bar difuminaba mi falsa sonrisa y las quinientas colillas del cenicero dejaban en carne viva tus pulmones. El tipo de la barra me miraba, alternándome con la copa de coñac que movía de manera casi imperceptible y la luz de la calle moría poco a poco dando paso a la de las farolas. El reloj marcaba una hora y siete minutos más que la última vez que lo miré, cuando entraste por la puerta y te sentaste enfrente de mí sin decir nada, y ninguno de los dos dejamos la lengua libre, quizá porque nuestras bocas no son mayores de edad.
Mis músculos se movieron llevándome con ellos y la silla se quedó sola. Me abroché el abrigo y rocé tu cara con los labios, como quien besa un aguijón o una casita de naipes.
Mientras apagabas el último cigarrillo me alejaba por la Avenida Italia pensando en todo lo que no decimos desde que nos hicimos desconocidos.
Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...
15 octubre 2007
DESCONOCIDOS
Escrito por adictaacruzarenrojo en 15:21
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13 comentarios:
Mmmm... podría ser el Bécquer. ¿Es el Bécquer? :-)
Cuidado con besar las casitas de naipes, que salen perdiendo ellas.
Inquietante la primera imagen, un símil imposible, digno de pelis gore. Ays, qué grima las abejas asesinas del fondo del bote.
Besos contingentes
7.7
en el tribuna no joder...
Bueno, si somos desconocidos y no nos apartamos la cara, aun vamos bien no?
Un beso!
Y sin embargo...
De sobra sabes que eres la primera....
Ni tan arrepentido ni encantado, de haberme conocido...
Un velo de alquitrán en la mirada...
Y me envenenan los besos que voy dando...
Y si te vas, me voy por los tejados, como un gato sin dueño...
Y el lunes al café del desayuno, vuelve la guerra fría, y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día....
¿Y sin embargo cuántas casitas de naipes se pueden construir a la vez? Replicaba el duende de los mundos privados.
huy q tonta!! aquí Dori (por la memoria de pez, digo) que pensó en responderte ayer pero luego... (el estado embobado me afecta la neurona que me quedaba sana...)
En fin, a lo que voy: a lo mejor somos siempre desconocidos que viven en la ilusión de conocerse. Eso pensé, pero luego me acordé de él, que me conocía mejor que yo a mi misma algunas veces... y sigue conocíendome y pensé: "hay gente que te conoce desde el principio y hay gente que no te conocerá nunca, por más tiempo que pase"...
Queda menos para el S.E. !!!!!!!!!!!!! Besos esperando
joder que final,
rojo y adicto,
con sabor a piruleta y a bocados tristes,
por esa avenida de los sueños rotos...
Espero tu última corrección y tu mail.
Besos (des)conocidos...
ser desconocido
es tan intrigante
te dan ganas a veces ... de hacer cualkier cosa para llamar la atencion de un desconocido
lo se me fui de tema un beso enorme
Antes de decir nada: por qué el anterior esá en verde??
A quién o qué has dejado libre el paso?No estaba el semáforo siempre en rojo?O es acaso uno de tus juegos para impactar y desconcertar al personal?Ten cuidado, que ya no soy una persona muy equilibrada,xD
Y segundo:qué te pasa a ti con la miel,caperucita(roja, siempre en rojo,jová)?
Desconocidos, pero jamás anónimos.
tiene algo de letra de canción de Christina Rosenvinge.
Me encanta.
Besos rojos, desconocida
¿Por qué supuse que podía ser el Bécquer? Porque es un bar que también en mi vida ha estado asociado a los grandes encuentros y desencuentros. Me encanta, a pesar de que nunca conseguí servirme una infusión sin que se derramara algo de líquido encima del cristal de la mesa. :-)
Parecía que el Desconocido iba a cruzar la Avenida.
Con el blanco discontinuo del asfalto recordó a Pessoa encorvado en el Trinidade:
"Considero tu presencia sólo con los ojos. Más vale ver una cosa siempre por primera vez que conocerla, pues conocer es como si nunca viéramos por primera vez, y no haber visto nunca por primera vez no es más que haber oído contar".
El ámbar intermitente le hizo acelerar el paso, y esconder la mirada.
Juguemos al escondite con nadie, musitó.
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