Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...

26 noviembre 2007

LA ÚLTIMA LECCÍON


Doscientos ojos seguían de un lado a otro su silueta blanca. Caminaba por la madera del aula magna despacio, vocalizando nomenclatura clásica, moviendo sus manos arrugadas de genio viejo. Una eternidad andando y desandando esa misma tarima, con el sonido de fondo de los folios borrachos de anatomía. Con un brillo cegador en la retina al explicar cada surco que adornaba a la máquina perfecta, cada hendidura, cada vena galopando su superficie roja y palpitante, cada válvula sin escape.
Cuando terminó habló de belleza y de amor, de locura y caminos raros. Habló de cumplidos y vidas, de justicia e indignación. Siguió hablando y juró que no se iría sin haber enseñado algo, sin haber visto a quien le había dejado ver.
El silencio le llenó la boca como una copa de vino bueno y se desbrochó la camisa. Se metió la mano en el pecho y dictó una sonrisa con la que terminó la lección, justo antes de caer desplomado al suelo mientras el corazón latía en la tarima de madera.

16 comentarios:

Mercredi dijo...

Ahí va! Primera!(creo)
Tengo una duda: el corazón late fuera o dentro del cuerpo? porque si ambos están sobre la tarima tendidos...Es gracioso, explica la perfección del corazón y el suyo se la juega,jaja
Me ha gustado, me imagino un profesor tipo los antiguos griegos.
No te estás volviendo más oscura? aún vas a acabar rojo sangre en lugar de rojo piruleta,xD

.JL. en los afelios dijo...

Ves, no estas en blanco,
estas en rojo y te cruzas una y otra vez,
al rojo vivo,
sin pasos de cebra,
sin pasados hambrientos
que llenan poesías de historias tristes,
ahora el rojo es tuyo,
me besas con los labios pintados,
como la vida,
me escribes sintagmas de serenidad en mi pecho,
me recuerdas cosas que había enterrado.

Estas mejor,
o lo estaras...

La vida te lleva por caminos raros,
y este solo ha sido uno.

Me ha gustado hablar contigo.

Belén dijo...

Otro corazón partío...

Al menos murió con las botas puestas...

Besossssss

Enrique Sabaté dijo...

Eso es dejar la vida en el escenario de la vida. Adicta al rojo en todos los aspectos.

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Espero que sea una historia inventada, no debe ser agradable contemplar como alguien se muere. Un saludo y espero que puedas visitarme.

Victor Balcells Matas dijo...

Ya sea esto un bien o un mal,
es excesiva para mí una cosa
y la otra, dijo Hölderlin. ;-)

Angie dijo...

Creo que es una buena manera de pasar al otro lado..
nada de saltos bruscos, sólo dejarse deslizar..

un beso.. o diez. y los míos hoy son violetas..
(el rojo se me escapa de la sangre..)

.JL. en los afelios dijo...

Me sabes a lengua derramada,
sé de ti
que convaleces aún en carne viva
a piel descarnada
y arropada entre cálidos colores.
Tengo en el paladar el sabor
de tu cosecha joven,
severa,
penetrante...
de tus últimas palabras
Como una hermosa elocuencia
apunto de salibar entre tus labios...
Te tengo reciente
como una copa de vino en mi mano,
como un conjuro extraño
te invoco...

lila dit ça dijo...

guau, bonito texto. se ve que la maquina es perfecta hasta para acabar de ser

sb dijo...

no es una mala forma de morir.. Vale, todas las formas de morir son una mierda, pero algunas menos que otras, quizás sea lo único que nos queda si nuestras vidas no fueron gran cosa: buscar una forma digna de morir...

Adrià dijo...

Uffff, sensualidad y dureza a partes iguales.

Querida musa, nunca dejas indiferente.

Tristancio dijo...

Ojalá que el silencio siempre fuera como una copa de buen vino...

Ojalá que el corazón siempre siga latiendo en algún recoveco del recuerdo...

Ojalá que las lecciones del corazón valgan la pena...

Ojalá... que al menos una de aquellas lecciones, la hayamos aprendido.

vega dijo...

El viejo profesor, que sabía de la vida y sus latidos, la miró a ella con sus labios rojos y carnosos, sus uñas lacadas en rojo, su jersey rojo y el rubor de sus mejillas, la miró a ella y cayó fulminado.

Voy a seguir escribiendo y cuando acabe y tenga tiempo te lo mando por correo.

Besos como masajes cardiacos...
Y lo que dice jl, estás en rojo. Como los semáforos y como siempre!!!

Anónimo dijo...

Que recuerdos... Las clases de anatomía.
Lo mejor, las aulas magnas. Esas pizarras dobles que subían y bajaban con un obsoleto sistema de poleas, y el polvo de las tizas de colores (para pintar corazones) flotando en el aire...

Un beso taquicárdico, sangrante...

Fernando García-Lima dijo...

Qué bueno... Ojalá todos los profesores fueran tan gráficos. Lo malo es perderse el turno de preguntas.

Me ha recordado un poco a Indiana Jones y el Templo Maldito y a la escena de "Se llama corazón" de "Amanece, que no es poco". :-)

Neus dijo...

"Nada fue tan honroso en su existencia como la forma de dejarla. Fue a morir como quien ha ensayado ya su muerte, y se desprende de lo que estima mas, como si de algo futil se tratara."
Malcolm
MACBETH



Preciosa historia.
(perdona las faltas, el teclado no tiene tildes)