Los termómetros a finales de abril se suben la cremallera como si fueran putas inversas.
Y nadie sabe que los recién nacidos, los borrachos y los viejos son canditatos número del uno al tres para ganar una hipotermia cuatro estrellas. Los niños por niños, los viejos por viejos y los borrachos porque no saben que el alcohol les provoca una vasodilatación cutánea que deja escapar todo el calor de su núcleo de lava. El papel de fumar de su etílica piel separa su sangre de una muerte polar. Pero ellos no lo saben. No saben nada de termodinámica ni de putas inversas. Los niños por niños, los viejos por viejos y los borrachos, ya sabes.
A finales de abril hace demasiado calor en los verdes cementerios.
A finales de abril hace demasiado calor en los verdes cementerios.
4 comentarios:
la última frase da para escribir una novela..
y puestos a morir como cuentas, mejor hacerlo borracho, ¿no?
Supongo que el verano es, este año, una bestia estúpida que se niega a mostrar su presencia...
Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.
los niños, los viejos y los borrachos, creo que son mis personajes preferidos en casi todas las historias.
que bien volverte a leer.
un beso
Es el estrés.
Un beso
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