Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...

19 agosto 2007

CASI PERFECTO

Los huecos color crema quedaron reducidos a zonas restringidas para la mayoría de los tactos.
El canela había colonizado todo lo que el sol rozó sin permiso y con cuidado. Había ganado la batalla y ahora brillaba con el brillo con el que sólo sabe la piel mojada, cuando el agua de mar resbala por caminos sin asfaltar, cambiando de opinión y dirección en cada curva...
La arena de la playa gemía a mi paso y los restos de conchas molidas retozaban enviando destellos, como despidiéndose de un viaje sin vuelta.
El agua helada despertaba los dedos de mis pies y la brisa sacaba a pasear un par de rizos castaños que chocaban muriendo en la mitad de mi espalda para luego volver a levantar el vuelo...
Era una cala en forma de luna, pequeña y desierta, con una especie de cabo rocoso infiltrándose en el mar.
Las rocas negras hacían dibujos que invitaban a seguir, a saltar, clavando los pies para llegar un poco más allá, donde el agua choca indignada, espumada...como nata montada en una tableta rota de chocolate negro.
Él estaba sentado...con los ojos color mar perdidos en un punto infinito que dividía el horizonte en dos mitades. Un punto que se mudó a mi ombligo.
Mechones de pelo rubio alborotado seguían órdenes del viento y el salitre en sus hombros parecía oro en polvo.
Me senté a su lado sin decir nada. Después encima. Después debajo.
El sol descendía al mismo ritmo que su mano en mi espalda, que su boca en mi cara y sus dedos en los pliegues de mi cuello.
Su respiración agitada fue perdiendo fuerza poco a poco, como a mi me gusta...como el gas en una botella de cava, hasta que simplemente dejó de respirar.
Me levanté sin decir nada, atusándome el pelo con los dedos, mientras le miraba rendido en la arena, mientras pensaba que hubiera sido perfecto si tantas horas fuera del agua no le hubiesen matado.
Hubiera sido perfecto si las escamas de su hermosa cola hubiesen hecho juego con el color de mi ropa interior.

12 comentarios:

arabesque dijo...

ir a amar al mar con ropa interior, no te pega nada. desnúdate

vega dijo...

existen los sirenos?? me encantan los acantilados, los mares norteños, la espuma rompiendo, horadando, agrediendo y acariciando las rocas. me gustan los besos de película a la orilla del mar. Como Deborah Kerr...
pero como tú dices... mejor sin escamas!!

besos de pececillo resbaloso

Miguel Rodríguez dijo...

mitológica e intensa.

besos

Iraultza dijo...

Debió pensar como aquel personaje de novela...su reino por dos rizos castaños sobre una espalda, por un rostro, por los pliegues de un cuello....

a veces yo dijo...

Me has dejado sin palabras. Como siempre... impresionante. Es un placer leerte de nuevo tras mi escapada. Saluditos.

.JL. en los afelios dijo...

Como aquellos niños
jugando a crecer en las inmensidades fílmicas
del lago azul.

Surcando sus tostados cuerpos
sobre la arena,
descubriéndose...
como naufragos entre sus piernas.


Hace mucho que no me visitas,
aún puedo recordar
cuando llegabas silenciosa
marcando tus huellas sobre mi arena,
sentándote a mi lado
para susurrarme algo hermoso.

Besos de hastío estío

Txe Peligro dijo...

hermoso

Irene dijo...

Me encantó!!!
Y yo caminaba borrando huellas en la arena. Cruzando los dedos para encontrar(le) al final de la orilla...

Rodrigo dijo...

Adios al castillo de arena(...). De nuevo al plateresco?

la chica pirata dijo...

Yo también conocí unos ojos como el mar...

Preciosa entrada! me encantó!

Un besazo! =P

Joan Torres dijo...

5.5

Tierra dijo...

Intenso, fascinante, apasionado. Que historia hermosa junto al mar.