Porque hay a quien le gusta el olor reciente de un café cortado. Porque hay quien grita "touché!" cuando se encuentra una mirada diferente. Porque cruzar en rojo da la vida y con los ojos cerrados se llega antes a ese otro lado adictivo, furtivo y agridulce. Porque las entrelineas guardan los secretos y ayudan a imaginar. Bienvenidos, pasen y lean...

14 mayo 2007

DOCE MENOS DIEZ

Rojo...oscuro...profundo...
tarado,
siete menos cuarto,
cuento doce menos diez en este cuarto.
Rojo...ya mas claro...
me quedo hipnotizada,
son siete los agujeros negros de tu espalda.
Rojo...y son casi las ocho...
el frío se me clava en las entrañas
me acerco...
Claro, cada vez mas claro...
subes y bajas la mano...
Nueve y suena ahogada una sirena,
los fantasmas se nos cuelan en el fondo de las piernas.
Abro, cierro, ya te has ido,
la ropa sigue acordándose del ruido.
La luz del ascensor sigue hablando sola...


3 comentarios:

Iraultza dijo...

Gran descripción, acerada y densa, de una noche de pasión extraña. O quizás me equivoco y esa descripción la tengo en la cabeza yo.

Te sigo leyendo.

Fernando García-Lima dijo...

La luz del ascensor, además, siempre dice cosas horribles. Las odio.

.JL. en los afelios dijo...

Me recuerda a algo,
no se a que...

será que imagino demasiado
o que tengo demasiada memoria.

Que bueno descubrirte poco a poco,
en las noches que no duermo.